CAPÍTULO 9: EN LA MUERTE / CHAPTER 9: IN DEATH
CAPITULO 9 – EN LA MUERTE
Estoy viajando a través de la oscuridad. No puedo ver, y tampoco escucho nada. Nueve días y nueve noches han pasado desde que la última de las velas se apagara. En todo ese tiempo no he tenido sensación alguna, tan solo paz, y la impresión de estar continuamente en movimiento.
Mi letargo se ve repentinamente interrumpido por una visión estremecedora. Me hallo en la cumbre de una enorme montaña, pero no es el sol lo que hay sobre mí, sino un grotesco techo de rocas moldeadas por el tiempo. Estoy de pie, pero siento como si mi cuerpo, que veo y siento, no pesase…me doy cuenta de que éste no es tal, si no mi espíritu.
Estoy muerto, y esto es el infierno. No es el tipo de situación en la que esperas estar nunca. Y como una puñalada en el fondo de mi ser, me duele cada segundo que desperdicié de mi vida. Es irónico, hay que morirse para añorar los momentos que nunca has vivido. Lo último que recuerdo es la gran biblioteca en llamas…no puedo evitar preocuparme por todo lo que dejé atrás.
Conforme me voy acostumbrando a la falta de luz, la visión aumenta tanto en tamaño como en intensidad. Siento la necesidad de moverme, y comienzo a bajar la tremenda cuesta. Antes de darme cuenta, un bosque muerto de ceniza y piedra me rodea. Mientras, despacio, avanzo entre las inmensas agujas, a mi alrededor se mueven sombras, dan la impresión de vagar sin rumbo. Es como si me estuviesen dando la bienvenida, me siento observado. Intento detenerme, pero no puedo. No ando por mi propia voluntad, y no puedo parar de hacerlo. Entre las coníferas grises distingo rostros indolentes, llenos de desconcierto y paralizados en el tiempo, que solo mueven sus ojos con inquietante desorden.
Avanzando me percato de que cada cierto número de pasos, hay un muro. Atravieso hasta siete muros de piedra negra hasta que salgo de tan misterioso lugar.
CHAPTER 9 - IN DEATH
I´m travelling through
darkness. I can´t see nor hear a single thing. Nine days and nine nights have
gone by since the last candle faded. During all that time I haven´t felt
anything, only peace, and a constant motion.
My slumber is suddenly
interrupted by a ghastly sight. I find myself on the top of a great mountain,
but it isn´t the Sun what´s above me, but a grotesque ceiling made of stones
molded by time. I´m standing, but I feel as if my body, which I can see and
feel, was weightless... I realize that it isn´t my body, but my spirit.
I´m dead, and this is Hell.
Not your average situation, one may say. And as a million daggers going through
my heart, it kills me to know every second I wasted from my life. It´s ironic
how we have to die to miss the moments that in life made us want to die. The
last thing I remember is the fire, burning down the Order... I can´t help to
worry about all that´s left behind.
As my eyes get accustomed to
the lack of light, the vision grows it´s size and intensity. I feel the urge to
move, and I start to descend the big slope. Before I realize, I´m surrounded by
a dead forest of ashes and stones. As I slowly walk through the giant needles,
I feel shadows moving all around, roaming without course. I try to stop walking
but I can´t. I´m not moving willingly, and I can´t stop. Among the grey conifers
I see anodyne faces. Frozen in time, only their eyes move rapidly all around.
As I march forward, I go
through seven stone walls, all black, before leaving that horrid forest.
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