Legacy of the Flame

     CAPITULO 21 – CONSCIENCIA, CONCIENCIA. Llega un día en el que eres consciente de que toda esa frustración, toda esa culpa y peso en la espalda, no han sido elegidos por ti, y tampoco están ahí por tu bien, si no para limitarte. Es entonces cuando miras a tu alrededor y empiezas a juzgar lo que te enseñaron y a investigar cómo se mantiene el mundo sobre unos pilares tan podridos. Ocho mil millones de patéticos seres en una carrera constante contra sí mismos y su destino mortal. Con la excusa de sacar provecho a sus vidas no hacen sino aislarse de ellas, para entregarse a las que diseñan los arquitectos de las mentes. Todo con un propósito, que consiste únicamente en que el poderoso siga pisoteando al ya oprimido con la falsa premisa de que está en su derecho y es ley de vida. Ya en aquellos días esto tenía un efecto devastador sobre las personas, llenándolas de ira contenida, dando rienda suelta al egoísmo como doctrina y el odio al diferente por considerarlo una a...

CAPITULO 20 – DE LA CUNA A LA TUMBA Yo nací en un mundo condenado a la destrucción. ¿De qué otro modo podría si no terminar nuestra raza? Desde nuestra primera respiración somos esclavos de una serie de necesidades que nos fueron impuestas. Necesidades que provocan la frustración de los necesitados para satisfacer el apetito insaciable de los que lo poseen todo, menos sentido común, y mucho menos felicidad. La felicidad, que extraño concepto, con un significado distinto para cada persona y para cada momento. Lo que hoy te hace feliz mañana puede transformarse en cenizas en tu boca y puñaladas en el corazón. Recuerdo días en los que el solo sentir la respiración y las caricias de un progenitor a su hijo ya era motivo más que suficiente para sentirme dichoso. Días en los cuales no existían las preocupaciones más allá de lo que pasaba en ese mismo instante, en aquel mismo lugar. Cuando las necesidades aun no eran dueñas de mi tiempo ni de mis energías. Son los niños los únicos se...

CAPITULO XIX – RENACIMIENTO Hay una distancia entre el tiempo y la materia que forma un cuerpo. Hay un universo insalvable de ojos que nos miran, de escalofríos que recorren nuestra espalda como ráfagas de viento que transportan el frio invernal, o el calor de dos cuerpos, dos almas que se unen en la oscuridad para erigir una fortaleza inexpugnable. Infinitas veces existe en nuestro interior un árbol. Uno que guarda bajo su manto todo lo que somos y fuimos, codificado por la serpiente que, en sus anillos, tiene escrita cada una de nuestras virtudes, y cada uno de nuestros pecados. El ser que Gea diseñó como obra póstuma, para más misterio y dificultad, encierra el árbol que será abrazado por dos áspides entrelazadas, que se sumarán y restarán entre sí, en continuo baile y lucha, en una perfecta argamasa entre el bien y el mal, entre la luz del conocimiento y la quietud nocturna del apego a lo que nos hace respirar. Tierra, agua, aire, fuego y éter forman el recipiente que, aunqu...

CAPITULO 18 – CHRONOS Cada uno de los astros, oscuros y luminosos, detienen su danza y se combinan en una niebla, al principio sin forma ni color definidos, hasta que cada uno de nosotros es testigo con nítida visión de un ser majestuoso. Tiene la forma de una colosal serpiente, y son tres cabezas, de toro, hombre y león, las que la coronan. Simultáneamente comienzan a responder a los rezos de la caravana que apenas guardaba ya ninguna esperanza. “Caos ancestral, padre de la creación y la destrucción, tu sentencia y tu castigo han sido contrarios a la voluntad de tus hijos, y una traición al pacto contraído con el hombre y su hogar, nuestra hermana celeste. Utilizaré mi poder sobre lo material y temporal, y daré un hogar a la nueva humanidad, como era el designio de Gea”. La luz y la oscuridad, el día y la noche, los titanes y la Inevitabilidad, todos al unísono junto con sus creaciones aprueban la rebelión, y el Caos o no puede o no quiere oponerse, o como piensan algunos, sim...

CAPITULO 17 - EL VACÍO Ya no existe nada de lo que conocí en vida, ni después de mi muerte. Los astros giran a nuestro alrededor en un baile eterno, y parece no importarles que su hermana, la más bella de todos ellos, la que acogió el principio de la vida, ya no exista. Somos los náufragos del vacío, y no hay esperanza ya para las nueve parejas de almas que son todo lo que resta de la humanidad, antaño infinita. Todas las deidades del Olimpo y el Inframundo, y del mundo que había entre ambos, vagan junto a nosotros entre los confines del Caos ancestral y del tiempo, buscando un nuevo destino, o desvanecerse para toda la eternidad. El silencio, el suspense es absoluto, solo interrumpido por los alaridos y sollozos de algunos, que demuestran así el luto por lo perdido; los murmullos de aquellos que, lejos de pensar en resignarse a tan horrible destino, buscan con todas sus energías la manera de conspirar contra el Caos y su brutal sentencia. No sé si han pasado días o mileni...

CAPITULO 16 – LUCES ROJAS Entre las nubes se distingue una estrella como no había visto jamás. De una luz rojiza lleva una estela que le acompaña. Llegamos a una inmensa construcción, con forma de montaña, y cuando la compuerta de la embarcación se abre, se escuchan voces de alarma, parece ser que hay un cambio de planes. Se vuelve a cerrar la puerta, y nos ponemos en marcha a toda prisa. Atravesamos un mar cálido y sereno y cuando avistamos tierra la embarcación se adentra en una cueva formada en una montaña. Luces rojas como las del infierno indican el camino a seguir. Cuando nos detenemos, varias puertas se cierran tras de nosotros, y todo empieza a temblar. Las paredes de la cueva se convierten en ventanas, y algo que jamás oí que pudiera hacer un hombre pasó. Volábamos por encima de las montañas. Y en el cielo una luz roja avisaba de la llegada de la venganza del Caos. “ Jamás debimos utilizar nuestro poder para cambiar la creación, el Caos siempre volverá a reestablecer...

CAPITULO 15 - MARCHAD Las palabras de Gea son acogidas con un estruendoso sentimiento de victoria por parte de los guardianes del infierno. Millones de criaturas oscuras se ponen en marcha, y yo y mi compañero observamos sobrecogidos mientras somos conducidos de nuevo con el anciano. “ Marchad, Legiones del Inframundo, sin mirar atrás ”  Se escucha desde las profundidades. Esta vez, cuando subimos a la embarcación, hay solo un puñado de almas, que ya no se lamentan, ni piden piedad, solo observan sin pestañear cada cosa que pasa a su alrededor. El barquero cierra la puerta, y seguidamente saca un puñado de grilletes que guardaba bajo sus negras ropas. Todos y cada uno de los cautivos fuimos encadenados a un compañero, formando nueve parejas, y yo soy el único que conoce el nombre de la mía, que aún no ha pronunciado una palabra. Mientras remontamos el vasto valle, los cautivos se han dado cuenta de su sentencia y de la marcha de las Legiones del Inframundo. Estalla la reb...