CAPÍTULO 13: EL TIEMPO SE DETIENE / CHAPTER 13: TIME STANDS STILL

CAPITULO 13 – EL TIEMPO SE DETIENE

Es ahora cuando ya no entiendo nada, y a juzgar por la cara de mi compañero de barca, él tampoco está muy ubicado; el miedo y solo el miedo es dueño de su rostro, y del mío. Y es que, incluso los que en vida han sido osados hasta temeridad, en la muerte pierden su coraje e imploran a dioses en los que nunca antes creyeron.

Tiembla el suelo, sube repentinamente la temperatura, y la gigantesca puerta de Dite se abre lentamente frente a nosotros. Una vez abierta, la barca avanza y el barquero nos deposita en la orilla…

Atravesando el terrible umbral, el olor a sangre es insoportable, la luz es escasa pero muy penetrante. El camino que en principio parecía de cantos rodados, está construido de cráneos. Sangre coagulada y otros huesos forman la argamasa… Y sin nosotros desearlo seguimos avanzando, atravesando una negra ciudad hasta que llegamos frente a una colosal torre. Súbitamente, oscuridad absoluta, viento huracanado y calor abrasador es lo único que sentimos el último hijo de Gea y yo, hasta el punto de sentir la muerte por segunda vez. Una voz como nunca se ha oído en la superficie del ancho mundo se apodera de mi cabeza, una voz que no puedo escuchar pero que se clava como mil hojas afiladas en el fondo de mi mente:

“Mío es el mundo desde el final del día hasta el alba, en el reino de mi esposa las almas humanas siego de la piel de la tierra, por designio del primigenio Caos, hasta que el equilibrio sea devuelto.”

No hay más voz, sonido alguno, ni colores ni olores, solo vacío en el punto que me encuentro, donde esta revelación me fue dada y donde el tiempo no pasa, hasta que comprendo, como por providencia divina, las terribles palabras que de la negrura salieron. El humano no es un animal pues divina alma habita su cuerpo, la chispa que razón llamamos. Mas tampoco es dios, pues no es su labor alterar el equilibrio natural del mundo.

                                       

                                            CHAPTER 13: TIME STANDS STILL

It is now when I´m definitely tangled in confusion, and seeing the face of my companion, so is he. Fear, and only fear is the owner of his soul, and mine as well. That´s when I realize that even the bravest man loses his courage and pray to gods he never believed in when he dies.

The ground shakes, the temperature suddenly rises, and the big door of Dite slowly opens in front of us. Once opened, the boat sails through and the ferryman leaves us in the shore.

Across the threshold, the smell of blood is unbearable and the light is thin but penetrating. The road, apparently made with stones, is built upon skulls. Coagulated blood and other bones create the mortar... And unwillingly we keep moving forward, across a black city until we reach a colossal tower. Suddenly, darkness, howling wind and churning fire is what the last child of Gea and I feel, to the point of dying for the second time. A voice like has never been heard before takes control of my brain, a voice that can´t be heard but felt like a million blades in the back of my mind:

"Mine is the world from dusk till dawn, in my wife's realms I reap the human souls off my sister's skin by desire of the primeval Chaos, until the balance is restored."

There are no more words, sound, colours, scents, just emptiness where I am, where this revelation was given and where time stands still... Until I realize the meaning of the words that came out of the black. The humans aren´t animals because a divine soul lives inside, that spark that we call "reasoning". But they aren´t god either, for it is not their task to alter the natural world's equilibrium.