CAPÍTULO 8: SIN TERCERA OPORTUNIDAD / CHAPTER 8: NO THIRD CHANCE

CAPÍTULO 8 – SIN TERCERA OPORTUNIDAD

El fuego se extendió rápidamente cuando se precipitó el óleo ardiendo desde la gran torre. Los demás depósitos se prendieron uno a uno y algunos explotaron violentamente. Literalmente, llovía fuego del cielo, y todo aquello combustible era consumido, cada trozo de madera, cada árbol y semilla, cada animal y cada persona. No fuimos capaces de reaccionar a tiempo.

Confío en que alguien haya sobrevivido. A través de la ventana se escuchaban gritos de terror y algunos que agonizaban, simplemente se lamentaban y lloraban desconsolados, algunos incluso alzaban sus voces al cielo preguntándose el porqué de aquel trágico destino.

Conseguí llegar a la cámara más segura de la gran biblioteca. Si había algún sitio seguro en la ciudad, era aquel. Un gran pasillo de piedra lo separa físicamente del resto de la construcción, y la puerta es de hierro forjado. Las únicas cosas que pueden arder en varios metros a redonda son mis tan queridos libros y yo, ya que el resto del mobiliario es tallado en metales y piedra. Jamás quemaré la última herencia escrita de la humanidad para salvarme de la noche, que tarde o temprano nos envuelve a todos.

Las plegarias continuaban escuchándose a través de la profunda ventana. Llegó un momento en el que mi corazón se relajó y recuperé el aliento, entonces fui consciente de todo.

No había solución a tanta destrucción. No hay lugar donde esconderse, ni forma de escapar. No hay ningún dios que escuche nuestras plegarias, ni un cielo o un infierno. Sin tercera oportunidad, la raza humana será consumida por la oscuridad, y nosotros somos los responsables. El tiempo se acaba conforme se va acercando la noche, y jamás podré limpiar la sangre de la que están manchadas mis manos.

Puedo ver la muerte, puedo ver los muertos ardiendo mientras los últimos rayos de sol se ocultan en el horizonte, y es el resplandor de la ciudad en llamas la que me mantiene con vida escribiendo estas palabras. La luz cada vez es más débil.

“Humanidad, reza tu última oración. Todo lo que construimos ha sido destruido, todo en lo que creímos era una mentira, todo lo que amamos está muerto y todos nuestros sueños se tornaron en decepción tras decepción, que palada a palada cavaron nuestra tumba.”

A penas puedo ver las últimas palabras que quiero escribir:

“Perdóname, y perdona todos nuestros errores.”

CHAPTER 8 - NO THIRD CHANCE

The fire quickly extended when the burning oil came down from the great tower. One by one, all the other tanks were set ablaze, some of them exploding violently. It was raining fire, literally, and every fuel was consumed, every piece of wood, every tree and seed, every animal and human. We weren´t able to react.

Through the windows, screams of agony and terror were heard, some of them asking to the heavens why had that happened, such a tragic destiny.

I made my way to the great library’s safest chamber. If there was any safe place in the city, that was it. A great stone hallway separated the room from the rest of the building, with an iron-forged door. The only flammable things around me were my precious books, and myself. The rest of the furniture was carved in stones and metal.

I would never burn mankind´s last written heritage to save me from the night, that sooner or later envelopes all things.

Prayers could still be heard through the window. At one point my heart relaxed and I recovered my breath, and then I was fully aware of everything.

There wasn´t solution to such destruction. No place to hide, nowhere to escape. No god that hears our prayers, nor heaven nor hell. Without a third chance, Humankind would be consumed by darkness, and we were responsible. Time was running out as the night drew closer, and I could never clean the blood my hands were stained with.

Now I can see Death, I can see all the dead burning as the last rays of sunlight hid in the horizon, and the glowing of the burning city is the only thing keeping me alive, writing these words. The light is getting weaker...

“Humankind, pray your last prayers. Everything we built has been destroyed, everything we believed is a lie, all we loved is dead, and all of our dreams have turned into disappointment and deception, digging our grave word by word.”

I can barely see the last words I want to write:

“Forgive me, and forgive all of our mistakes”